No sea usted masón
Ser masón, es ser amante de la Luz, de la Virtud, de la Sabiduría, de la Justicia, de la Humanidad.
Ser masón, es ser amigo de los pobres y de los desgraciados, de los que sufren, de los que lloran, de los que tiene hambre y sed de justicia, de los que proponen por única norma de conducta el bien de todos y su engrandecimiento y progreso.
Ser masón, es querer la armonía de las familias, la concordia de los pueblos, la paz del género humano.
Ser masón, es derramar por todas partes los divinos esplendores de la instrucción, educar para el bien de la inteligencia, concebir los más bellos ideales del derecho, de la moralidad y del amor y practicarlos.
Ser masón, es llevar a la práctica aquel hermosísimo precepto, que es el precepto de todos los lugares y de todos los siglos, y que dice con infinita ternura a todos los hombres y a todos los pueblos desde lo alto de una cruz y con los brazos abiertos al mundo: "Amaos los unos a los otros, formad una sola familia, sed todos hermanos".
Olvidar las ofensas que nos hacen, ser buenos hasta con nuestros adversarios y enemigos, no odiar a nadie; practicar la virtud constantemente, volver bien por mal; esto es ser masón.
Amar la luz y aborrecer las sombras; ser amigo de la Ciencia y combatir la ignorancia, rendir culto a la Razón y a la Sabiduría, esto es ser masón.
Predicar la tolerancia, ejercer la caridad sin distinción de razas, creencias ni opiniones; luchar contra la hipocresía y el fanatismo, esto es ser masón.
Fuente:
"Trazados Masónicos"
Samuel Mario Molina del Ángel.
Editorial Entre Columnas.
Samuel Mario Molina del Ángel.
Editorial Entre Columnas.
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